Giorgio Cantarini fue “Giosué”, el hijo de Roberto Benigni en ‘La vida es bella’ (1997), donde le robaba el corazón a medio mundo con su sonrisa pícara, su inocente ignorancia y su grito favorito: “Buongiorno principessa!”. Giorgio Cantarini (Orvieto, Italia, 1992), sin embargo, no fue capaz de perpetuar su reputación en el mundo del cine, a pesar de un arranque fulgurante. Ridley Scott le fichó de inmediato para que encarnara al hijo de Russell Crowe en ‘Gladiator’ (2000). Un año después, participó en el telefilme “De amor y de guerra” pero su filmografía entra entonces en un largo compás de espera durante el cual Giorgio se centra en sus estudios y sólo participa, en 2005, en una edición infantil del concurso “Ballando con le stelle” (el Mira quien baila italiano). En 2007 asume un rol de peso en el filme de época “Il giorno la notte por l’alba”, dirigido por Paolo Bianchini, y un año más tarde forma parte del elenco de la comedia “Il mattino ha l’oro in bocca”, con un papel casi testimonial. Su último trabajo conocido es su participación como personaje episódico en la serie “Distretto di polizia”. Y ahí ha quedado todo porque ya ha descubierto cuál es su verdadera vocación: “Me gustaría cursar estudios de criminología científica. Tal vez parezca banal, pero me aficioné a ello viendo ‘CSI’”.